El acto que tuvo lugar en la plazoleta ubicada en la calle Damiana Fique, donde se erige la campana que recuerda las masacres de Hiroshima y Nagasaki, ciudades destruidas por bombas atómicas.
El jefe de Gabinete, Oscar Souto, afirmó que “no es casual que campanas como esta hayan surgido de sociedades que han sufrido las peores consecuencias de la guerra. Miles de ciudadanos indefensos, agredidos, muertos, mutilados y que aún hoy continúan padeciendo las consecuencias por dos bombas que arrasaron dos ciudades, Hiroshima y Nagasaki”.
“La paz es un hermoso deseo, pero es una realidad que se construye no sólo de abajo hacia arriba, sino que requiere que la política esté al servicio de todas y todos los habitantes, de todas las ciudades y pueblos del mundo”, afirmó.
“Y para que esto sea posible es necesario que los chicos coman, que los jubilados reciban las condiciones mínimas para subsistir, medicamentos, posibilidades de expandir su vida cotidiana a través de la convivencia con otros pares; y no son cuestiones mágicas. Esto se logra con la construcción que tiene que ver con poner primero a las personas y luego los intereses económicos y materiales de algunos grupos”, dijo Souto.
En el encuentro estuvieron presentes los secretarios de Gobierno Omar Becerra; de Cultura David Ferreyra; la secretaria de la Mujer, Laura Aviña; el concejal Hugo Romero, y los subsecretarios Graciela Navarro, Gabriel de la Vega y Gustavo Rodríguez.
La Plaza Campana de la Paz se construyó en el año 2012 en consonancia con la aprobación de la ley nacional 26819, que adhiere a la conmemoración cada 21 de septiembre del Día Internacional de la Paz.