Se trata del caso del condenado por abuso sexual Marcos Francisco Saldivia, con una pena impuesta de 8 años el pasado mes de noviembre, quien ahora tuvo una insólita orden judicial.
Saldivia fue condenado por el delito de abuso sexual hacia una menor, hija de una pareja conviviente, en medio de un episodio violento en el que tuvo que suspendérsele la prisión domiciliaria cuando fue atacada la casa de sus padres, durante uno de sus traslados al juicio.
El abogado de Saldivia en los últimos días realizó una presentación ante el Tribunal de Juicio Oral del Distrito Judicial Norte, asegurando temer por su integridad física dado que estaba alojado provisoriamente en el denominado pabellón D, que es un lugar reacondicionado para la detención de personas.
Ante ello desde el Tribunal de Juicio dictaron una medida insólita, ordenando nuevo lugar de detención en el Anexo I, que se encuentra fuera del predio de la Unidad de Detención 1, ruta mediante en el ex Campamento YPF, donde funciona una gamela con presos de un régimen “VIP”, mucho más relajado.
El lunes por la mañana Saldivia fue sacado del predio carcelario y trasladado a este anexo donde permanecen internos como el empresario Héctor Weiss (un preso VIP que incluso goza de salidas increíbles), y distintos condenados pertenecientes a fuerzas de seguridad, los cuales no pueden ser mezclados con la población penitenciaria común.
Allí gozan de otro tipo de comodidades y un régimen mucho menos estricto al que Saldivia fue enviado, increíblemente a menos de dos meses de iniciar su condena.
La medida cayó muy mal entre los familiares de la víctima y resulta sorpresiva en razón de que es potestad del Servicio Penitenciario definir el lugar de alojamiento de los reclusos, pero en este caso el oficial judicial desde el Tribunal de Juicio dispone explícitamente el lugar de alojamiento en este Anexo, hasta tanto se genere una plaza en el pabellón A, donde falta lugar para alojarlo.
Los fundamentos para esta medida se basan en la interrupción de la prisión domiciliaria de Saldivia por causas ajenas a él, su buen comportamiento, y el estado de salud de su padre; fueron las razones esgrimidas en la orden judicial.