El corte de la ruta de acceso al yacimiento de la empresa Roch por parte de los trabajadores de UOCRA no tuvo un acompañamiento activo desde su conducción con Julio Ramírez a la cabeza.
Y es que precisamente además del pago atrasado de algunas quincenas, los reclamos también apuntaron a la misma conducción sindical, cómplice del aprovechamiento de una parte obrera que trabaja en empresas constructoras, pero en labores que son similares a las que debería tutelar el convenio laboral del sector petrolero.
Eso significa una pérdida del poder adquisitivo de alrededor del 30% del trabajador bajo el convenio de construcción, y que realiza actividades propias del sector petrolero.
Asimismo reclaman que la UOCRA no preserva la mano de obra fueguina ante las empresas que traen mano de obra barata desde afuera de la provincia. Esa situación en el sector petrolero no pasa, ya que deben garantizar la generación de trabajo a mano de obra fueguina.
UOCRA mira para otro lado en estos aspectos esenciales de la defensa de su sector, mientras su Secretario General habla del corredor del Beagle por conveniencias políticas.
Inacción sindical que se traduce en pingues ganancias para las empresas.