La vicegobernadora de Tierra del Fuego, Mónica Urquiza y la legisladora Gisela Dos Santos (ST) recorrieron las instalaciones de las termas del río Valdez junto al intendente de Tolhuin, Daniel Harrington. En la visita se dio cuenta del avance judicial para recuperar el predio y los proyectos y la visión del departamento ejecutivo municipal que busca poner en valor esa propiedad. Las aguas termales del río Valdez conforman uno de los campos geotérmicos más importantes de la Argentina. Mónica Urquiza saludó la iniciativa y evaluó: “Tenemos un potencial impresionante” en materia turística.

Junto a integrantes del gabinete municipal, Harrington explicó a las autoridades provinciales cómo fue el derrotero procesal para recuperar el predio de 400 ha., que demandó más de 30 años de trámites ante el Superior Tribunal de Justicia (STJ). En octubre se oficializó la medida y en diciembre último, el Estado municipal accedió al control de las tierras luego de casi cuatro décadas bajo administración de la empresa Roanmat SRL.

En materia de inversiones, la Vicegobernadora pidió: “Hay que buscar capitales” en el ámbito privado para potenciar las ventajas que ofrecen las aguas termales del río Valdez. “Tenemos que conseguir capitales” que se ocupen de la puesta en valor de ese sector de Tierra del Fuego, señaló.

En coincidencia con las expresiones de Urquiza, el mandatario comunal recordó que aun asi “el Estado va a estar y tiene que estar presente, tiene que regular, tiene que garantizar que esas inversiones tengan un impacto positivo en la sociedad”. En este sentido, ejemplificó la relación público-privada con la reciente recuperación del predio Dulces Sueños, en la costa oriental del lago Fagnano.

“Las aguas termales son un producto que nunca ofrecimos”, informó Urquiza –en relación al extenso debate judicial- y agregó que este tipo de recursos y atractivos turísticos son de los más requeridos a la hora de gestionarlos desde la administración.

Al finalizar, la comitiva recorrió los piletones donde se acumulan las aguas termales, los vestidores y baños. Finalmente, se trasladaron unos dos kilómetros al sur para conocer instalaciones de la empresa que ocupaba el predio, que denotan un alto grado de abandono