El siniestro afectó el anexo de la iglesia Vida Eterna, de calle Puerto San Luis al 400, donde el fuego se inició a partir de una salamandra a leña que empezó a generar la combustión de la construcción en material ligero.
Un cuidador que pernocta en el lugar, se despertó cuando el fuego ya estaba esparcido por gran parte del inmueble, logrando escapar milagrosamente a través de una ventana, quedando bajo cuidado de personal policial.
Los bomberos trabajaron contra las llamas, sin poder evitar la destrucción total de este inmueble.