La operatoria se dio en el marco de los controles de fiscalización que semanalmente lleva adelante la Dirección de Control y Fiscalización dependiente del Ministerio de Producción y Ambiente de la provincia.

Se trata de 27 piezas de centolla que no estaban identificadas con su precinto y que fueron capturadas mediante la pesca ilegal.

El subsecretario de Pesca y Acuicultura, Diego Marzioni, explicó que “una vez que se dio aviso a la autoridad sanitaria local, que en este caso es la Dirección de Bromatología municipal, nos autorizaron a ingresar al local y realizar el control pautado”.

“En el lugar se constató que las piezas eran de tallas menores a las permitidas por la Ley 931/13. Realizada la verificación de cada una de éstas, se procedió al decomiso y posterior devolución al mar, y a realizar el informe con toda la documentación respaldatoria para elevar a Bromatología y que ellos inicien el sumario al restaurante” puntualizó.

El funcionario detalló que “el paso siguiente es identificar al pescador o pescadores no habilitados que vendieron las centollas de manera ilegal, y aplicar la sanción correspondiente desde la Secretaría de Pesca y Acuicultura”.

Desde el Ministerio de Producción y Ambiente se recuerda a pescadores artesanales y a la población en general, que todas las especies de producto de mar deben tener una trazabilidad sanitaria de la Secretaría de Pesca y Acuicultura, (Resolución SPyA N° 20/23). La misma define que el producto vivo dentro de las peceras fue capturado por un pescador habilitado para tal actividad y que debe estar identificado con un precinto.

Además, al momento de comprar la centolla se recuerda que debe solicitarse al productor: el Acta que se realiza en el control de desembarco el cual certifica el precintado de las especies y que el producto está legalmente habilitado para su consumo.