Los testimonios de los psiquiatras forenses concluyeron que no comprendía su accionar cuando el múltiple homicida quiso pasar a degüello a su propio hijo de 15 años. Aseguran que necesita un tratamiento con fármacos y asistencia psiquiátrica que “no se hizo en los 10 años que estuvo preso”. Saromé está a un paso de ser declarado inimputable, no hay un centro para tratarlo en la provincia y el tribunal no podrá dejarlo en libertad ya que los especialistas consideraron “es una bomba de tiempo”. Incluso el imputado está participando del juicio medicado.

La jornada de testimoniales en este segundo día del proceso oral y público contra Daniel Alfredo Saromé por la tentativa de homicidio de su hijo, tuvo centrada la atención en los especialistas psiquiatras y psicólogos que lo evaluaron a lo largo de esta causa.

Declararon los lincenciados Pérez Artaso, Esteban Cavalieri, Tatiana Maineiro entre otros forenses del Poder Judicial que coincidieron en que Saromé sufrió un denominado “cortocircuito” al momento de la irracional agresión a su hijo en febrero pasado.

El psiquiatra forense Cavalieri fue el más gráfico en determinado que Saromé “si hubiera estado lúcido y quería matar a todos en la casa, los mataba sin nada que hubiera podido impedírselo, no estaba con todas las facultades mentales”, dijo asegurando que presentaba un estado alterado a causa de una depresión y que “incubó un estado de vacío existencial que estalló en ese momento.

El psiquiatra tomó todos los testimonios y dio cuenta que “llevaba dos o tres días sin dormir, con esa personalidad que tiene, es una bomba de tiempo”, graficó, dando cuenta que se trata de un sujeto con un trastorno antisocial y una personalidad límite, a lo que hay que sumar el abuso y dependencia de los psicofármacos.

Respecto de los testimonios de las víctimas, aseguró, “no era un estado de abstinencia, sino la falta de tratamiento psiquiátrico”, para el cual recomendó además un tratamiento farmacológico intesivo.

En ese sentido el psicólogo aseguró que el imputado mantiene su conducta en el juicio “gracias a que se le suministran 10 miligramos de Clonazepam”, ratificando que es inimputable.

Finalmente el especialista habló de una “internación” en un “tratamiento que debió hacer en los 10 años que estuvo preso, pero el Servicio Penitenciario carece de esa atención”, dijo, dando cuenta de que la provincia no cuenta con un establecimiento adecuado para la atención de este caso.

“Va a haber que empezar a ocuparse de ese tema”, concluyó Cavalieri sepultando casi cualquier posibilidad de acusación contra Saromé, aunque dejando abierto el desafío del tribunal de analizar que medidas adoptar con el actual detenido, de quien quedó en evidencia que es un factor potencial de riesgo para cualquier en caso de una impensada libertad.