Así lo expresó el Jefe de la Policía, el Comisario General Nélson Moreyra, al respecto de la medida adoptada, a partir del suicidio de un joven agente en Ushuaia con su arma reglamentaria.

El retiro del arma reglamentaria al salir del servicio cada uniformado, es una medida «temporal de que el personal policial no porte el arma reglamentaria fuera de servicio, con el fundamento de que durante ese lapso vamos a realizar un detallado trabajo recomendado por el área de Bienestar», dijo.

“Nos recomedaron trabajar sobre cuestiones de alcoholismo, situación de Violencia de Género o intrafamiliar, y todas las situaciones que rodeen a un suicidio. Entonces el retiro de las armas va a ser durante sesenta a setenta días en que se va a trabajar sobre la tropa”, agregó.

En ese sentido señaló que será importante la contención desde las mismas dependencias por lo que se capacitará a los cuadros superiores en contacto directo con el personal policial, “vamos a trabajar con la conducción de dependencias, comisarios, oficiales de guardia y suboficiales mayores a fin de que sean el primer paredón y órgano de contención, detectando cualquier tipo de anomalía para informar inmediatamente al servicio de asistencia”, enfatizó.

“Deberán entender que si ellos no ejecutan como está predeterminado desde que asumí, porque lo hemos hablado incansablemente, si no realizan ese trabajo de detección precoz de cualquier anomalía, tenemos un problema”, advirtió Moreyra.

“Cuando terminemos con este trabajo veremos cual es la medida definitiva, por el momento es una medida temporal para trabajar sobre el tema”, sentenció respecto de los efectivos sin arma fuera del servicio.