Es el juicio que se realiza a Juan Crespi y otros cuatro imputados por el procedimiento realizado en agosto del año pasado en Río Grande. Crespi fue considerado “organizador” y se le pidió la pena más alta, mientras la conductora que ingresó la droga y otros dos revendedores tuvieron el pedido de 4 años. El fiscal consideró un atenuante que la droga quedó reducida solamente a 600 gramos de pureza dado que había sido “estirada”.
El fiscal Adrián García Lois llevó adelante esta mañana el alegato ante el Tribunal Oral de la Justicia Federal en la ciudad de Ushuaia, solicitando penas para los cinco imputados en la maniobra de tráfico de estupefacientes, desbaratada en la detención en agosto de 2016 de un automóvil en la zona de la balanza, sobre la ruta 3, al norte de Río Grande.
El fiscal precisó que el imputado Juan Crespi fue “el organizador” de esta maniobra agregando que se pudo comprobar al financista de la misma, pero que en la investigación que llevó cinco meses se probó que existía una organización con el fin de traficar drogas para su comercio en Río Grande.
El acusador dio cuenta de “una abundante prueba y que está totalmente acreditada la organización del transporte de la droga”.
En ese sentido hizo alusión además a un papel con la grafía de Crespi dentro del vehículo conducido por la imputada Amelia Torres, en el cual había indicaciones que un perito determinó correspondían “a puño y letra” de Crespi.
Asimismo también enumeró distintos contactos por mensaje de texto de Torres desde Buenos Aires, a través de teléfonos de terceros, pero en los que el tipo de lenguaje utilizado señaló, “es característico de Crespi”.
A tal fin le solicitó una pena de 8 años de prisión de cumplimiento efectivo, y de 4 años para Amelia Torres, esta última por el delito de “transporte” hecho que la misma confesó en juicio.
Prendidos en el negocio
El Dr. García Lois en su hipótesis fiscal asimismo señaló que la investigación dejó por demás probada la participación activa de los imputados David Fernández y Maximiliano Andrés Benítez; quienes a lo largo de la investigación aparecían como “vendedores al menudeo” de marihuana e incluso actuaban como “dealer” moviéndose en sus automóviles a distintos puntos.
El fiscal aseguró que de las escuchas telefónicas se desprendió que no tenían dinero y no podían encarar la maniobra solos, pero tomaron conocimiento del viaje que ya estaba organizando la imputada Torres, por lo que hacen mención a un mensaje entre Benítez y Amelia Torres en el que le pide 800 gramos de cocaína “para probar”.
Asimismo les encontraron 200 gramos de la misma sustancia en el allanamiento a sus viviendas, ante lo que solicitó una pena de 4 años de prisión por el delito de “comercio de estupefacientes”.
Finalmente en el caso del quinto imputado, Omar Riquelme, confeso como consumidor, el fiscal señaló que solo se acreditó que en cuatro oportunidades guardó droga para los imputados Benítez y Fernández, sin participar en la red de comercio por lo que le pidió solamente 2 años de prisión en suspenso.
Posiblemente este viernes el Tribunal Federal emita una sentencia.