Se realizó la tercera jornada del juicio oral a Alejandro Badilla, Leonardo Moral, Manuel Guerrero y Gastón Badilla por el doble homicidio de Víctor Perpetto y Nahuel Roth, ocurrido el 8 de octubre pasado.

La extensa testimonial del equipo de Policía Científica muestra a los imputados Moral y Guerrero con rastros de deflagración de pólvora en sus manos con “partículas características de bario, antimonio y plomo” lo que es únicamente compatible con un disparo de arma de fuego, descartando la versión de que Guerrero manipuló una bengala en una torta de cumpleaños el día anterior.

Finalmente la mecánica complica a Alejandro Badilla, quien reconoce haber pegado con una cadena a Roth, confirmado esto por el peritaje que muestra en un extremo de la cadena ADN de Badilla y en el otro, ADN de la víctima Nahuel Roth.

Gastón Badilla también presenta rastros genéticas en su calzado, y se da cuenta de sangre lavada en el piso de la escena del crimen, donde además se desparramaron todo tipo de elementos para entorpecer la labor investigativa, dando cuenta de la manipulación del lugar e intento de encubrir lo sucedido.

Finalmente los peritos alimentaron también la hipótesis fiscal de la “indefensión” de las víctimas y que el hecho fue prácticamente una ejecución, ya que el disparo recibido por Perpetto en su cabeza fue con el cañon del arma apoyado sobre la misma, con el tirador por encima de la víctima, ya que tenía una gorra de lana que quedó con marcas de un tiro “a quemarropa”.

Similar fue en algunos de los 6 disparos recibidos por Roth, quien además presentaba ya el golpe en la cabeza que le propinó Badilla, que produjo fractura y hundimiento de cráneo, lo que le habría producido un “efecto anestésico”, consideraron.

Discusión en torno al arma

La discusión nuevamente se planteó en torno al arma calibre 9 milímetros incautada en el marco de la causa y que los peritos determinaron es la misma desde la cual se disparó uno de los proyectiles extraídos del cuerpo de Nahuel Roth. Los restantes disparos recibidos por las víctimas son con un calibre 22 nunca hallado.

Los defensores sostienen la versión del imputado Moral que él utilizaba una pistola calibre 9 milímetros que era otra que no pudo ser hallada, y que el arma incautada es la que portaba Víctor Perpetto al momento de entrar a la vivienda.

Esta versión no encuentra apoyatura en ningún otro elemento, ya que los peritos señalan es la misma arma con la que se ejecutó a Roth, por lo que el defensor Alejandro de la Riva reclamó una nueva pericia balística a cargo de Gendarmería.

De la Riva señaló desconfiar de la pericia policial en razón del modo en que cuestionó como se manejó la causa en instrucción por parte del ex juez Cesari, y las presiones que ejercía sobre los peritos, uno de los motivos por los que tuvo que renunciar.

Los acusadores señalaron que no hay argumentos técnicos para pedir una nueva pericia, tras lo cual el tribunal dictó un cuarto intermedio para este jueves para resolver al respecto.

Este jueves el proceso continuará con la testimonial de efectivos policiales de la brigada de Delitos Complejos.