En las primeras horas de esta mañana de viernes se produjo finalmente el deceso del joven Kevin Villar de 13 años, quien permanecía internado en estado desesperante por sala de Terapia Intensiva del Hospital Regional Río Grande, desde el pasado miércoles en que se produjo el lamentable accidente que ya se había cobrado la vida de Lautaro Oropesa de 15.

 

Villar presentaba gravísimos golpes en la cabeza y ya había sufrido el colapso de uno de sus pulmones, por lo que estuvo poco más de 24 horas con la muerte cerebral confirmada por parte de las autoridades médicas.

 

Al producirse el deceso y subsanado los malentendidos ocurridos en la madrugada previa con personal hospitalario y agentes del INCUCAI, afortunadamente los padres del joven finalmente accedieron a la donación de sus órganos, llevándose a cabo la práctica de ablación de los mismos en la mañana de este viernes, realizándose cerca del mediodía un vuelo sanitario que trasladó los órganos hacia el Hospital Italiano en la ciudad de Buenos Aires.

 

El Dr. Alberto Montes, representante de INCUCAI en el nosocomio local, aseguró escuetamente, “siempre es una decisión sumamente difícil y complicada, pero creo que la familia inmediatamente después, en medio del dolor, logran una sensación de bienestar al saber que contribuyó a salvar otras vidas”, enfatizó.