El matutino porteño dedicó un amplio y contundente espacio a cuestionar el proyecto al que la Legislatura Provincial ya dio dictamen favorable, en una vergonzosa iniciativa en medio de semejante crisis.

La intención de llevar el Superior Tribunal de Justicia de 3 a 5 integrantes marca de cuerpo entero a un poder judicial totalmente coptado por los vaivenes políticos fueguinos.

El “Poder Judicial más joven del país tampoco escapa de las viejas formas de hacer política. La Justicia de Tierra del Fuego está a punto de protagonizar un nuevo escándalo, reseña La Nación.

“A diferencia de lo que sucede a nivel nacional, en Tierra del Fuego ni siquiera se molestaron en encubrir la ampliación del Superior Tribunal detrás de una reforma más amplia del Poder Judicial. Tampoco pretendieron simular una apertura democrática conformando una comisión asesora. Simplemente, avanzaron en el incremento de la cantidad de jueces del máximo tribunal con la intención de politizarlo aún más”, detalla.

La crítica en algo es clara y coincidente con la realidad fueguina, la ampliación “no resolverá ninguno de los problemas institucionales, ya que el proyecto de ley solo apunta a la ampliación del organismo, sin prever ningún tipo de modificación integral destinada a modernizar la administración judicial más pequeña del país”, y mas retrasada tecnológicamente basta solo recordar las peripecias por las que han debido pasar los abogados para poder litigar en medio de la cuarentena con un sistema sin digitalizar completamente para su funcionamiento.

Asimismo también se cuestionó el manejo que tiene el Consejo de la Magistratura que, “mediante simples rondas de votos no fundamentados de sus siete integrantes, sin jurados ni exámenes que acrediten la idoneidad técnica de los postulantes o sirvan para generar un orden de mérito, define quiénes serán los nuevos magistrados de la provincia”, un funcionamiento que permitió en la gestión anterior cooptar prácticamente al poder político cuanto juzgado vacante había e incluso generar nuevos fueros que tampoco redundaron en beneficio alguno al servicio de Justicia.
El matutino porteño si denota ciertos intereses políticos locales al hacer mención a la causa Melella como una de las “causas” para dictar esta medida, cuando ese expediente se encuentra lejos de la instancia máxima, aunque plantea si como hipótesis alterna la “devolución de favores políticos”, algo mas ajustado a la realidad en razón del nombre del camarista Ernesto Loffler, mencionado como nombre puesto para uno de esos dos cargos.

“Hace meses que la sociedad fueguina reclama a la dirigencia medidas concretas para paliar la grave crisis que atraviesan la industria provincial, el comercio y, muy particularmente, el turismo, pero lamentablemente no encuentran ni la agilidad ni la premura con las que sí cuenta el proyecto para ampliar un poder público que no ha sufrido las inclemencias de una crisis social y laboral como la que impone la extendida cuarentena”, concluye el matutino en una crítica que alcanza a todo el espectro político representado en la Legislatura.