Desde hace semanas las 14 camas que posee la Terapia Intensiva del Hospital Regional Río Grande se encuentran ocupadas en plenitud, con el personal médico y de enfermería extremando esfuerzos para la contención de la demanda de pacientes complejizados.

Esto incluso ha derivado en externación o alta hacia salas comunes de los pacientes con mejor panorama de salud, para priorizar los casos más graves o producto de casos “politraumatizados” tal como un hombre apuñalado en Tolhuin la semana pasada o el motociclista chileno que sufriera un terrible accidente en ruta, debiendo despejarse camas a fin de asistirlos.

Esto incluso hasta generó la derivación de un paciente hacia la terapia hospitalaria de Ushuaia a fin de mantener las plazas.

La explicación a esta demanda fue explicada por funcionarios de Salud en razón de la baja del plan Sumar de Nación o personas que tenían prepagas y que por cuestiones económicas se dieron de baja, por lo que esa demanda se volcó al sector público de la Salud.

Incluso Cemep dejó de atender las prestaciones de PAMI, por lo que esa franja etaria en estado de vulnerabilidad también deja el sector privado para pasar al público, en casos sanitarios que generalmente demandan de la atención de alta complejidad.

Calculan que son aproximadamente 14 mil las personas que se volcaron a la asistencia social de la Salud Pública, muchos de ellos mayores de edad, lo que deriva en un obvio incremento en las internaciones en Terapia.

Incluso entre los familiares y visitas se comentan casos sociales extremos de abuelos que “debieron optar entre comer y sus medicamentos”, terminando con afecciones en sus cuadros de salud.