La semana pasada se presentó un hábeas corpus por un recluso al cual el Servicio Penitenciario trasladó increíblemente desde Ushuaia a Río Grande, en una medida que atentó contra el aislamiento impuesto a la población carcelaria.
Incluso fueron dos los reclusos trasladados, uno de apellido Parrello –quien presentó el recurso judicial- y otro Aguilar.
Anoche la Justicia ordenó que ambos fueran devueltos a Ushuaia. La medida fue fuertemente cuestionada desde la propia Justicia hacia lo actuado por el Servicio Penitenciario Provincial, en momentos en que tanto se abogó por la barrera sanitaria a los centros de detención a fin de tener que evitar conceder beneficios de “prisión domiciliaria”.
El recurso fue apoyado desde la Defensoría Pública, que incluso apeló un primer fallo negativo desde el Juzgado de Ejecución, por lo que tomó intervención la Sala Penal de la Cámara de Apelaciones.
Los camaristas declararon la nulidad de lo decidido y ordenaron al Juzgado de Ejecución a definir la situación ayer, ordenándose finalmente al Servicio Penitenciario la pronta restitución del recluso demandante –Parrello- así como otro de apellido Aguilar, a ser devueltos a Ushuaia.
Finalmente la Justicia conminó al Servicio Penitenciario a evitar estos movimientos innecesarios de la población carcelaria en medio de una cuarentena.