La caravana  se desplazó desde la plaza hasta el descampando aledaño a la planta de tratamiento de efluentes cloacales, sobre la ruta 3 en la salida norte de la ciudad, sitio donde un empleado de la misma divisó el cuerpo de Oscar Vouillez tras 31 días de búsqueda.

En el lugar donde se emplaza un monolito se dejó inaugurado un mural que es visible desde la ruta recordando a Vouillez, realizándose una ceremonia donde las organizaciones de Derechos Humanos cargaron contra “la represión ilegal desde el Estado”.

En ese sentido enumeraron caso como el de Ezequiel Huirimilla, nunca esclarecido a partir de que su cuerpo jamás fue hallado, el de Cristian Silva asesinado por un efectivo policial que fue condenado, “pero la condena nunca alcanzó a los responsables de que tuviera un arma cuando tenía licencia psiquiátrica”.

Finalmente se reclamó una respuesta en el caso Vouillez, ante la manifestación de la familia que mantiene sus sospechas sobre la Policía, “pensamos que quizás en 15 años con el paso del tiempo, alguien busca hablar, perdió el miedo, y nos brinda algún detalle para saber que pasó con nuestro padre”, señaló uno de los hijos de Oscar Vouillez en el discurso.