La visión es propuesta a partir de un fallo de la Justicia Federal de Ushuaia a requerimiento del fiscal Juan Soria, respecto de 4 mujeres que se encontraban procesadas por “transporte de estupefacientes”, a quienes pasó a considerar como víctimas de “trata de personas con fines de explotación”.

Esto se corresponde a tres causas diferentes que tramitaban por separado en esa fiscalía por las cuales había cuatro personas identificadas como “mulas”.

Con el avance de las investigaciones se pudo determinar que iban a Ushuaia desde Misiones, con escala en Buenos Aires, donde se les entregaba la droga, que eran captadas a través de una misma aplicación y que quienes impartían las indicaciones eran los mismos sujetos.

Luego de un análisis de estas pesquisas, la fiscalía solicitó su unificación y consideró a las cuatro personas como víctimas del delito de trata de personas con fines de explotación y, por ese motivo, solicitaron el sobreseimiento de todas ellas y que se profundice la investigación en relación a una organización criminal.

El fiscal entendió que las mujeres fueron utilizadas como “deliverys” de sus negocios ilícitos y que a pesar de aceptarlo voluntariamente, existe “un abuso de la situación de vulnerabilidad en la etapa de la captación”, entendiendo que “la voluntad expresada por las víctimas se encontraba viciada” por ese condicionamiento, generalmente económico.

El fiscal consideró que las mujeres en estos casos son: “personas que no participan de las ganancias ilícitas sino que perciben una cantidad mínima de dinero por realizar esa misión y, finalmente, que los victimarios se valen de la extrema vulnerabilidad de dichas personas es que considero que esa finalidad encuadra dentro de lo que puede denominarse explotación”.

Ahora el Juzgado Federal de Ushuaia investiga a estos dos hombres que manejaban a las mujeres por el delito de “trata de personas”, por el cual serán indagados.