El presidente de la empresa PC Arts Argentina, que controla la marca Banghó, Carlos Suaya, señaló que la quita de los aranceles para la importación de productos informáticos implica la pérdida de 500 puestos de trabajo.
«Esto no es una noticia imprevista, ya nos venían diciendo hace mucho tiempo que la voluntad era mantener los aranceles informáticos a tasa cero; le quisimos explicar para que no se llegue a eso pero fracasamos, fue imposible mantener un diálogo. De esta manera no tiene sentido tener un plantel productivo para generar algún tipo de producción frente a los equipos que vienen de China subsidiados», explicó el empresario.
Además, y en una entrevista con radio La Red, aseguró que Banghó tenía «800 empleados en tres plantas muy industrializadas», pero afirmó que se reconvertirá «a menos de la mitad cuando se termine todo el proceso, de 800 vamos a pasar a 300».
Frente a estas críticas, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, afirmó ayer que el Gobierno «no le va a soltar la mano a ningún trabajador» de las empresas eventualmente afectadas por la medida, y aseguró que la eliminación de aranceles para la importación de componentes informáticos beneficiará «a las familias y a las pyme».
La eliminación del arancel del 12 por ciento para la importación de componentes para fabricar computadoras comenzó a regir desde hoy, y la del 35 por ciento para el ingreso de notebooks, tablets y computadoras, entrará en vigencia el 1º de abril, y en el gobierno argumentaron que apuntan «a reducir el precio de los equipos informáticos en el mercado nacional, entre los más caros de la región».
Según la información brindada por la cartera de Producción, desde que se anunció la medida, en noviembre, los precios de esos productos bajaron un 27 por ciento y las netbooks que se utilizan para el programa Conectar Igualdad seguirán siendo de fabricación nacional.
«Hay un componente en los precios que es horrible y los funcionarios, en lugar de trabajar en los costos del Estado en toda la economía, piensan que importando informática a cero aranceles ajustan el nivel de precios; es una forma de pensar, pero no consideran la cantidad de gente que va a quedarse sin trabajo», cuestionó Suaya.