Una mujer de 30 años denunció semanas atrás al secretario General de ATE, Carlos Córdoba, por hostigamiento, violencia psicológica y obligación de favores sexuales a fin de una promesa laboral en el sindicato.
La denunciante refirió en sede policial que desde el mes de enero a la actualidad accedió a una relación con Córdoba, favores sexuales y fotografías de índole sexual mediante, con el máximo titular del gremio estatal en Ushuaia.
Aseguró verse condicionada a partir de una promesa del dirigente sindical de ofrecerle trabajo en el mismo sindicato lo que no se materializó con el tiempo, agregando que ante sus exigencias habría comenzado a aplicarle “violencia psicológica”.
Ante ello la mujer radicó la denuncia respectiva contra Córdoba asegurando temer por su propia seguridad personal, interviniendo el Juzgado de Familia 2 de la ciudad de Ushuaia desde el cual se emitió una prohibición de acercamiento para el denunciado.
La mujer denuncia acoso
Una vez pasado esto el fin de semana esta misma mujer volvió a presentarse a denunciar que el mismo Córdoba violó la medida judicial de restricción de acercamiento y contacto, hostigándola mediante llamadas telefónicas.
La denunciante expresó el pasado fin de semana haber recibido un acoso permanente y amenazas de parte de Córdoba, recriminándole por haberlo denunciado.
De momento la Justicia solamente emitió una notificación al propio Córdoba recordándole la medida de prohibición de contacto con la denunciante, sin otra medida por el momento.
Si bien Córdoba no es el primer proceso judicial en que se ve envuelto, aguarda aún la fecha de juicio para la causa por la venta de las casa de ATE, en esta oportunidad la denuncia resulta grave en un contexto en el que este tipo de episodios de abuso de posiciones de poder por parte de hombres hacia mujeres, es la problemática en foco en la actualidad nacional.