Del encuentro participaron el secretario de Coordinación Ministerial de Gobierno, Daniel Ravaglia, y el subsecretario de Coordinación de Gobierno, Daniel Larroudé; en tanto que por el gremio estatal asistieron el secretario general a nivel provincial, Carlos Córdoba y los dirigentes de la seccional Río Grande, Marcelo Córdoba y Felipe Concha, entre otros.
Ravaglia explicó que tras arribar a un acuerdo con el sector docente, el Ejecutivo convocó a la dirigencia de ATE para discutir la cuestión salarial “y en esta lógica ofrecimos a la entidad gremial un aumento similar al otorgado al SUTEF; esto es: un 8 por ciento a partir del 1 de marzo y un 4 por ciento de mejora desde el 1 de abril, tomando como base los salarios del mes de diciembre de 2010, a distribuir de la manera en que acordáramos”.
A su vez, “se les propuso un incremento del 100 por ciento de las asignaciones familiares y desde ATE reclaman elevar el tope, propuesta que será elevada al Ministerio de Economía y sobre la que tendremos respuesta el próximo día miércoles”, comentó el funcionario.
En contrapartida, el sindicato solicitó un 15 por ciento de mejora con retroactividad al 1 de enero de este año, tanto para el escalafón seco como para el húmedo; un 5 por ciento a partir del 1 de abril y un 10 por ciento con los salarios correspondientes al mes de junio. Asimismo, reclamaron que las asignaciones familiares sean del mismo monto que otorga Nación, sin tope y más el ítem zona desfavorable.
A pesar de las diferencias en los números “el diálogo fue muy cordial” destacó Ravaglia, y si bien “el gremio reclama un aumento salarial del 30 por ciento, en un marco de cordialidad como el que se dio hoy durante la reunión podemos esperar que esas distancias se acorten”, estimó el funcionario.
Para Ravaglia “sería una pena cometer los mismos errores que nos llevaron a discusiones sin sentido en otras ocasiones”, remarcando que en los últimos tres años “hemos mantenido muchas charlas, ya nos conocemos muy bien, y debemos trabajar para lograr un acuerdo porque no podemos darnos el lujo de demorar la discusión cuando la intención es llegar a buen puerto. Prolongar el debate desgasta a los dos sectores, nosotros lo sabemos y ellos también”, concluyó.