Hasta la semana pasada, Gustavo Echegoyen fue el administrador de la Aduana Río Grande, desde la cual en los últimos meses se detectaron varios intentos de narcotráfico, y el millonario contrabando de electrónicos en camiones de turba, causa aún sin avanzar en la Justicia Federal.

Echegoyen sorpresivamente en los últimos días fue designado a cargo de la coordinación encargada de todas las administraciones aduaneras del interior del país, desde la Aduana Central en Buenos Aires.

Echegoyen cumplía su segunda gestión como administrador en Río Grande, luego de haber pasado ya por Ushuaia, la Región Noroeste y la Región de Posadas, en verdaderas zonas “calientes”.

Su paso no resultó inadvertido, ya que en Río Grande durante su primer paso fue el denunciante del caso de contrabando de vehículos de alta gama, causa penal por la que fue procesado y desplazado un agente aduanero.

En su reciente etapa como administrador en Río Grande se destacaron numerosos procedimientos por drogas, tanto en San Sebastián como en el puesto de control del aeropuerto; e incluso en los últimos meses fue su administración la que desbarató una millonaria operación de contrabando con equipos electrónicos que intentaron ser sacados en camiones con una carga de turba que escondía a los mismos.

Precisamente esa causa que estalló en una detención y procedimientos allá por el mes de marzo, no tuvo avances significativos en la Justicia Federal fueguina, y ahora con la partida de Echegoyen se aguarda que continuidad tendrá la labor aduanera en esta jurisdicción.