La gobernadora Rosana Bertone dispuso el llamado a licitación para la obra denominada «Puesta en Valor de la Estructura del Barco Saint Christopher». Se trata de un proyecto para salvar a la icónica embarcación ubicada a pocos metros de la costa de Ushuaia, la que debido a su deterioro corre riesgo de colapso. 

El presupuesto oficial es de 13 millones de pesos y el plazo de obra será de cuatro meses a partir de la fecha de firma del acta de inicio de obra.

Respecto a los trabajos que se llevarán a cabo, en primer término se construirá un pedraplén para acceder al barco desde la costa, luego de lo cual comenzará la obra de puesta en valor propiamente dicha, la que contempla primero tareas en la sección de popa, luego en el sector central y finalmente en la proa. En estos tres puntos, una de las obras principales será el hormigonado de la parte inferior junto al lecho.

Finalmente, se reparará el sector de cubierta que haya sido afectado por los trabajos y los que no se encuentran en buen estado. Se hará lo propio con el revestimiento lateral exterior y se realizará el pintado del conjunto, retirando por último la escollera para evitar el acceso peatonal desde la costa.

Cabe recordar que este año un informe de la Prefectura Naval había advertido que la estructura del Saint Christopher está en un estado crítico que amerita un tratamiento urgente de su situación, ante un riesgo cierto de que la embarcación sufra un colapso estructural. Ante este panorama, la Gobernadora encomendó a la DPOSS la tarea de coordinar las acciones tendientes a llevar adelante las obras para recuperar el barco.

En ese marco, se realizaron diversas reuniones de trabajo de la que tomaron parte desde especialistas en materia naval, hasta representantes del sector turístico y cultural de la ciudad.

El Saint Christopher es un remolcador que en 1954 fue usado para los trabajos de salvataje en el Canal Beagle del Monte Cervantes, un buque de pasajeros alemán hundido frente al faro Les Eclaireurs. La compañía propietaria del barco entró en quiebra y debido a problemas de motor y timón que presentó, quedó abandonado en Ushuaia convirtiéndose con el correr de los años en una postal típica de la capital fueguina.