El operativo se desplegó cerca de la medianoche a los fondos del parque industrial de Río Grande, donde se advirtió movimientos sospechosos en torno a una camioneta fletera y un camión de transporte de cargas, de la empresa Oro Negro.
Estos dos vehículos estaban ubicados detrás del hipermercado Diarco, donde los sorprendió una patrulla en prevención de la comisaría Segunda, que procedió a identificar a cuatro personas en el lugar.
Allí se constató la presencia de una camioneta Toyota con inscripciones de flete “El Chino”, la cual estaba conducida por Mario Wehrhane de 53 años, y el camión de la empresa Oro Negro cargado con plásticos de la empresa Río Chico, al mando del chofer Víctor Rivarolo de 31 años. Ninguna de las dos firmas está involucrada en la maniobra ya que se trata de empleados de cada una de ellas.
Asimismo en las inmediaciones se demoró a María Salazar de 47 años y a Agustín Carnevalini de 22 años, escondidos por este sector; quedando todos demorados.
El precintado hizo que el delito sea “contrabando”
Entre el camión y la camioneta se recuperaron un total de 58 cajas de cigarrillos, siendo valuado el cargamento en 4 millones de pesos, valor que se incrementa notablemente del otro lado de la frontera, ya que se presume el destino de esta mercadería el vecino país de Chile donde se triplica la comercialización de este producto.
La Justicia Federal finalmente ordenó la detención en calidad de incomunicados de los 4 sujetos aprehendidos en el lugar, los que en las próximas horas serán indagados por el delito de contrabando, dado que el camión ya estaba precintado por la Aduana, y la mercadería ilegal estaba siendo cargada a través de una lona cuyas sogas habían sido aflojadas.
Esta maniobra vulnerando la fiscalización aduanera sobre el rodado en cuestión, configura el delito de contrabando o tentativa de contrabando, más allá del espacio físico donde se interceptó la maniobra.