Ayer se renovaron cerca de 120 bancas en la Cámara de Diputados de la Nación, dentro de las cuales se ocuparon las 3 electas en las elecciones de octubre pasado por el pueblo fueguino.
En una aparente competencia de locuacidad, de la que luego generalmente no hacen gala en sus años de gestión; los representantes fueguinos se sumaron a la fila de parlamentarios que buscaban abarcar en su jura cuanta causa y personas fuera posible.
En tal sentido juró la diputada Andrea Freites, por “el futuro de los jóvenes de la Argentina, la provincia de Tierra del Fuego Antártida e Islas del Atlántico Sur, las Malvinas y trabajadores y trabajadoras de la Argentina”, dijo en uno de los tantos estridentes discursos de una jura protocolar.
Acto seguido su compañero de bancada que aportó el acuerdo con el Movimiento Popular Fueguino, el médico riograndense Jorge “Coky” Araujo juró “por mi vieja, la memoria de mi viejo, mis hijos, por cada militante del Movimiento Popular Fueguino, Daniela y su lucha interminable por recuperar a su hijo”, dijo apuntando más a situaciones particulares o personales.
Finalmente por el nuevo oficialismo nacional, Santiago Pauli fue el que representará la banca de Republicanos, con una sobra jura sin apartarse del reglamento, expresando solamente “sí, juro”.
Ahora y en los años venideros será el tiempo de las palabras en la Cámara.