Tras los rastrillajes en la zona rural, el juez de la causa realizó una conferencia de prensa donde reconoció que el testigo habló de un hombre que dio cuenta que Sofía “cayó en una trampa para zorros y fue enterrada por otra persona”. Este testimonio está en la causa desde el 2012, así como la grabación que este testigo hizo de los dichos de este hombre, a quien se creía fallecido. Pero en agosto pasado ese hombre apareció en los archivos judiciales, radicando una denuncia en margen sur, donde ahora es intensamente buscado para que atestigue.
El juez de instrucción Daniel Cesari brindó una conferencia de prensa brindando detalles de los operativos realizados en el campo el martes y jueves y que habrían sido para constatar lugares de precaria residencia que ese misterioso personaje tuvo en zonas rurales.
Allí buscó posibles indicios de Sofía con resultados positivos, pero la constatación de esos lugares dieron fuerza de verdad a los dichos del testigo, “un ex personal policial que trabajó en la búsqueda, quien tuvo contacto con esta persona tres a cuatro años después de la desaparición”, relató el juez Cesari.
Este testigo habría grabado ese relato del misterioso hombre, y ello estaba dentro de la causa desde el 2012, “no motivó una convocatoria de este policía a testimonial”, dijo Cesari quien tomó el juzgado y la causa recién el año pasado, “yo lo consideré importante, necesitaba escucharlo al policía para que me explicara algo más. Vino y no solo explicó, sino que dio muchos detalles de esta persona”, detalles estos que fueron constatados en la zona de Radman, donde el tercer testigo habría residido en condiciones precarias.
La versión que esa persona brindó al ex policía fue “que la niña había caído en una trampa de zorros –en las inmediaciones del camping- y que otra persona la había enterrado, lo que motivó que el juez López realizara excavaciones en la zona, donde un geo radar no pudo ser utilizado en esa geografía”, relató Cesari.
“Este señor decía que la niña podía estar en las periferias del camping, pero tenía hábitos de residencia extraña, un nómade que tiene ocupaciones temporarias en diversos sectores de la isla y en precarias situaciones que pudimos constatar, podía resultar de interés revisar esos lugares donde esta persona solía trasladarse”, justificó Cesari lo trabajado en la zona rural.
A esta persona se la presumió muerta pero en agosto pasado efectuó una denuncia en la comisaría Cuarta de Río Grande, “ese dato nos da la certeza de que esta persona hasta agosto al menos se encuentra con vida y la Policía ya tiene instrucción de localizarlo y trasladarlo ante este tribunal.
En este sentido el juez manifestó que del análisis de la causa “no tengo dudas que la niña estuvo en el camping” ese día, asegurando que se avanzará en la investigación de esta hipótesis, ante lo cual habilitó la feria judicial para esta causa ante cualquier novedad que pudiere producirse con la búsqueda del paradero de este hombre.
Un testigo bloqueado
Otro detalle importante que dio a conocer el juez es que se trabaja con el cuerpo médico forense del Poder Judicial para intervenir sobre los dos jóvenes de la otra familia que ese día acompañaron a la familia Herrera al camping John Goodall.
En ese entonces eran un chico de 6 y una nena de 4 años, los cuales ya son adolescentes, y quienes fueron nuevamente convocados a declarar.
El juez señaló que “el chico en su versión actual relata que Sofía se separa del grupo y él la sigue hasta cierto de punto y en algún momento dejó de verla, y ahí se produce un bloqueo en su declaración”.
El magistrado asevera que el testigo allí asegura que no puede relatar que fue lo que pasó, por lo que la intervención ahora de profesionales psicólogos buscará emitir un informe sobre cual podría ser el trasfondo de situación que hay en este joven respecto de este episodio traumático vivido hace 10 años, y que parece no poder recordar.