El auge de las propinas digitales en el país se ha consolidado como una tendencia creciente que transforma la experiencia de pago en diversos sectores, desde la gastronomía hasta la hotelería y el combustible.
La adopción de esta opción se oficializó con la entrada en vigor del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 731/2024 a mediados del 2024, lo que marcó un antes y un después en la manera en que se realizan las transacciones en comercios y establecimientos de servicio.
En términos monetarios, las propinas registradas mediante tarjeta de crédito alcanzaron un promedio de un 12 por ciento del total de la cuenta, lo que se tradujo en aproximadamente 10.200 pesos en cada transacción. Por otro lado, quienes utilizaron la tarjeta de débito dejaron en promedio un 10 por ciento, equivalente a cerca de 6.000 pesos.
El sector de la gastronomía se destaca como el principal beneficiario de esta modalidad, representando casi el 95 por ciento del total de las propinas digitales. El resto de los sectores, entre los que se incluyen hotelería y estaciones de servicio, comparten el remanente en menor proporción. Esta concentración en el ámbito gastronómico no es sorprendente, ya que los restaurantes y bares son espacios en los que la interacción directa con el cliente genera un reconocimiento constante al esfuerzo y servicio brindado por el personal.
El análisis también puso en evidencia diferencias significativas según las zonas geográficas. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mendoza y Tierra del Fuego se ubicaron en los primeros lugares en cuanto a la cantidad de transacciones realizadas mediante propina digital. Asimismo, se observó que en regiones como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Tierra del Fuego y Formosa, los trabajadores recibieron, en promedio, un índice que superaba el 10 por ciento del total del ticket.