En las frías aguas del sur argentino -comienza la nota en Clarín- están los bosques de Kelp, enormes agrupaciones de algas gigantes sumergidas en el mar. Llegan a superar los 30 metros de altura, convirtiéndolas en las algas más altas del mundo. Su existencia es fundamental para el medio ambiente y están en peligro. Un grupo de científicos y exploradores argentinos e internacionales publicaron una carta en la prestigiosa revista Science, donde alertan que su existencia está en peligro.

Los bosques de Kelp están sometidos a graves amenazas, cita el periodista Gonzalo Hermana sobre la carta de la revista ScienceLas olas de calor marinas, la deforestación submarina, la contaminación y la sobrepesca están comprometiendo su capacidad de proporcionar miles de millones de dólares en servicios ecosistémicos, junto con beneficios culturales y sociales para las comunidades costeras.

Mientras que México ha perdido más del 50% de sus bosques de Kelp debido a las recientes olas de calor marinas, Chile y Perú han sido testigos de una degradación a gran escala por extracción directa, lo que ha provocado una drástica pérdida de biodiversidad.

Los bosques marinos juegan un papel crucial en el ciclo del carbono porque poseen la capacidad de absorber el dióxido de carbono (CO2) y transformarlo en biomasa orgánica. También proveen hábitat, refugio, zona de cría y alimento a cientos de especies marinas, como las estrellas de mar, el delfín austral (Lagenorhynchus australis), tiburones y rayas, y a especies nativas y de gran valor comercial como la centolla (Lithodes santolla) y el calamar (Illex argentinus).

La nota de Clarín se focaliza justamente en la importancia de este tipo de ecosistemas: Las macroalgas están en problemas a escala global. Una de las principales especies de estos bosques de macroalgas es Macrocystis pyrifera que conjuntamente con otras especies de macroalgas pardas de menor tamaño, como Lessonia flavicans y L. searlesiana, que constituyen la base y la estructura de los bosques de esta región.  El 38% de los bosques de macroalgas se han reducido en los últimos 50 años.

¿Qué está pasando en Tierra del Fuego?

Algunos meses atrás, el legislador Federico Sciurano mantuvo una reunión con los investigadores Irene Schloss, Julieta Kaminsky y Gustavo Lovrich en el Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC) para discutir el proyecto de ley que viene trabajando hace tiempo y busca proteger los bosques de macroalgas en la isla. Los científicos subrayaron la importancia de conservar estos bosques para evitar costosos esfuerzos de restauración en el futuro, y remarcaron su relevancia para la pesca, el turismo y la sostenibilidad regional.

En base al intercambio con distintos actores, incluyendo el Ministerio de Producción y Ambiente a través de la Secretaría de Pesca provincial, se terminó de elaborar el Proyecto de ley “Lineamientos generales para la conservación y manejo sostenible de los bosques marinos de macroalgas” que fue asignado a la Comisión de Recursos Naturales presidida por Laura Colazo y que podría salir en la última sesión del año. “Los bosques de macroalgas tienen un enorme valor ambiental y es fundamental entender la necesidad de cuidado que requieren, por eso el proyecto de ley que trabajamos nos motiva. No es solo por el presente sino pensando en el futuro y en un mundo que necesita que preservemos los recursos naturales, cada vez más escasos y dañados”, explicó Federico Sciurano.

El objetivo del proyecto busca establecer las bases generales para el manejo sostenible de los bosques de macroalgas formados por Macrocystis pyrifera teniendo en cuenta su valor natural, cultural, social y científico, promoviendo su aprovechamiento a través del cultivo sostenible y la investigación científica. En palabras del legislador Sciurano, “Nuestra iniciativa busca conservar y mantener el estado de los bosques de macroalgas en jurisdicción provincial, con restricciones y excepciones para preservar la biodiversidad marina que habita en los bosques de macroalgas”.