Es un trabajo que viene realizando la jefatura policial junto al ministerio de Gobierno de la provincia, el cual se traduciría esta semana entrante en un decreto del gobernador disponiendo más derechos laborales para los uniformados.
El objetivo desde la jefatura policial es disponer de “más derechos” en la situación laboral de los uniformados y descomprimir un régimen que actualmente sobrecarga laboralmente a los efectivos policiales.
“El objetivo es propender al mayor descanso para tener un mejor rendimiento laboral y definitivamente poder llegar a eliminar los recargos”, confió una alta fuente policial consultada al respecto.
El decreto que se está trabajando junto al ministerio de Gobierno y que en una semana tendría la rúbrica del gobernador, busca directamente equiparar al policía con el régimen de licencias con que cuenta actualmente cualquier empleado de la administración pública provincial.
Los efectivos solo cuentan con 7 días de licencia en invierno, cuando la administración central cuenta con 14, y asimismo hay un régimen de licencias no disponibles para los efectivos policiales que podrían ser encuadradas en un ítem de “asuntos personales”.
Esto a la par podría resentir la disponibilidad de recurso humano en el servicio, pero se cree esencial “el bienestar del personal” para su prestación en óptimas condiciones.
En ese sentido desde la jefatura calculan que se requieren alrededor de 500 uniformados más en la provincia para cubrir satisfactoriamente la demanda del servicio, por lo que este año se espera el egreso de 250 agentes desde la Escuela Superior de Policía con la promoción entrante que se encuentra en etapa de exámen para su ingreso efectivo a la formación.