La Aduana radicó una denuncia penal ante la Justicia Federal que implica a la fábrica KMG fueguina que funciona en el parque industrial de Río Grande.
La denuncia consiste en la importación de supuestos insumos tecnológicos valuados en un millón y medio de dólares, los cuales en su importación se constató que eran insumos de menor valor, superando apenas la suma de 30 mil dólares, siendo considerados “basura tecnológica”.
La maniobra permitiría a la empresa valerse de dólares en un valor diferente al del mercado y generar una diferencia económica estimada en 300 millones de pesos, haciendo usufructo además de los beneficios de la promoción industrial.
Ante ello esta tarde la jueza federal Mariel Borruto ordenó el allanamiento por parte de Gendarmería y de Aduana de la sede fabril en el parque industrial y del despachante de aduana que realizó la maniobra de importación en razón de lo burdo del ardid delictivo.
Se incautó numerosa documentación e información digital a fin de evaluar ahora las imputaciones a llevar a cabo, en razón del delito de “contrabando”.