A la par de la desesperada búsqueda del docente de 35 años que el miércoles pasado se hizo a la mar en un bote inflable, se receptaron testimonios de su entorno que comienzan a poner el ojo investigativo en torno a la pareja del docente de 35 años desaparecido.
Andrea es la mujer de Alejandro Buchieri, quien ese miércoles por la mañana lo acompañaba en el sector de cabo Domingo, cuando este se adentró en las aguas del mar con el bote inflable comprado días antes.
Un primer detalle llamativo fue como se inició la búsqueda, con varios minutos de demora y no precisamente por un llamado de la principal testigo y mujer del desaparecido.
La mujer dio cuenta de que no lo veía en el agua y dio aviso a unas personas que estaban en el lugar, las cuales se trasladaron a la zona de la balanza donde comentaron a personal de la secretaría de Transporte que estaba en un operativo, los cuales allí recién dieron aviso al 101 de emergencias.
El arribo de familiares de la víctima a la provincia aportó mayor material e información sobre las circunstancias personales de Buchieri, ante las cuales el juez de la causa el Dr. Daniel Cesari Hernández decidió el secuestro del celular de la mujer a fin de realizarse pericias informáticas.
Asimismo se sumaron inquietantes comentarios de compañeros de trabajo de Buchieri en las redes sociales, con capturas de imágenes sobre la presunta actividad de su celular con posterioridad a la desaparición, e incluso la publicación en venta de artículos personales suyos. Sobre los mismos la Justicia está trabajando en determinar la antigüedad de los mismos y cada especificación técnica que permita determinar el momento de producción de los mismos.
Pedido y allanamiento
Atendiendo al testimonio y pedido de la familia del desaparecido, el juez Daniel Cesari corrió vista al fiscal del caso, el Dr. Ariel Pinno, quien requirió investigar una segunda hipótesis, sobre la cual no adelantaron pormenores pero dejaron vislumbrar la posibilidad de que Buchieri fuera inducido a adentrarse a las aguas con el bote, no apto para ese tipo de actividad náutica.
La nueva investigación, que busca despejar cualquier hipótesis, este domingo por la tarde finalmente derivó en el allanamiento de la vivienda de Buchieri en calle Antártida Argentina al 1200 de Río Grande, en la busca de más elementos de prueba, así como la requisa del vehículo Volkswagen Gol en que ese día se trasladaron al cabo Domingo.
En el baúl del vehículo aún habían elementos de playa como reposeras, ropas y hasta un chaleco salvavidas.
Asimismo se incautaron todos los dispositivos informáticos en la vivienda para ser peritados.
Estas medidas de prueba fueron conducidas por el propio Cesari y el fiscal Pinno, ambos intervinientes en esta feria judicial, a fin de analizarse el contexto personal del hombre en los días previos a su desaparición.
El procedimiento se realizó convocando a la pareja de Buchieri, quien no estaba en la vivienda, haciéndose presente minutos después para abrir la puerta a los investigadores.
De momento no hay imputación alguna contra la mujer, hasta verificar la información que pueda surgir de estos procedimientos.