Mientras en los hospitales públicos de la provincia continúan las medidas de asamblea de los médicos, la discusión entre el gobierno y los profesionales para destrabar el conflicto no avanzan. “Tuvimos una doble reunión con el gobierno, lo que no dista es el mal resultado de ambas”, dijo Ushuaia Rubén Zapponi, integrante del Sindicato de Profesionales de la Salud (SIPROSA).

El médico de Ushuaia remarcó que el gobierno ahora desconoce a la entidad sindical como gremio habilitado para discutir. “Ahora resulta que no nos reconocen más como entidad sindical, en campaña somos los mejores, cuando llegan al poder no existimos”, sostuvo.

Asimismo criticó a los ex integrantes del gremio que hoy son funcionarios del Ministerio de Salud, entre ellos el propio ministro Marcos Colman. “Yo tuve compañeros y amigos que defendían ideales, la idea de un sistema de excelencia para el hospital, que hoy son funcionarios que los enfrentan, pero son las leyes del juego. Yo creo que no hace falta llegar a ese punto”, dijo.

Zapponi que “muy cuidadosamente cada vez que se firma un documento, de manera muy malintencionada de parte de los funcionarios de turno, en ningún momento nos citan como SIPROSA. Es lo mismo que yo vaya al ministerio y me encuentre a Marcos Colman sin su envestidura de ministro, es un juego muy sucio y que molesta”.

“Están llevando las políticas, si es que existe alguna política de salud a destruir el sistema que tanto dijeron defender”. “Alguna vez nos pidieron paciencia y la paciencia tiene un límite, tenemos una esperanza pero se acabó y es donde estamos hoy”, sumó.

En Río Grande los médicos se reunieron el viernes con Leonardo García, representante del Ministerio de Salud. En tanto en Ushuaia, resolvieron ir al Ministerio de Salud a dialogar con el ministro Marcos Colman. “Nos recibió muy amablemente, estuvimos conversando y discutiendo varios puntos del documento del 29 de abril, pero no hay ningún tipo de posibilidad de hablar de salarios ni de ninguna otra cosa que represente un peso de erogación”, indicó.

“Yo creo que ya estamos negados, desaparecidos, no estamos considerados en nada, ni siquiera en algún futuro en alguna opinión o participación respecto del futuro de la salud pública, porque no tienen a donde apuntar entonces para que necesitan tiradores sino apuntan a nada. Necesitan más una gomería para poner parches, que una brújula para fijar un rumbo”, finalizó.