El comunicado no aporta mucha claridad al accionar de la Iglesia ante la denuncia radicada contra un sacerdote por el presunto abuso de una menor en enero del 2013. El obispo Miguel Angel D´Annibale solo procuró aclarar que “se le ha quitado al sacerdote el ejercicio público del ministerio” y que “ha iniciado el proceso canónico que la Iglesia realiza en estos casos”.
El obispo de la diócesis de Río Gallegos, Miguel Angel D´Annivale manifestó en un comunicado que recibió una denuncia de un posible caso de abuso sexual por parte de un sacerdote “que en el pasado ejerció su ministerio en la ciudad de Río Grande”.
“Apenas recibida la denuncia el obispo le ha quitado al sacerdote el ejercicio público del ministerio hasta que se esclarezcan los hechos”, dice el comunicado que agrega que se “ha iniciado el correspondiente proceso canónico que la Iglesia realiza en estos casos”.
Finalmente manifestó finalmente su “rechazo a toda situación de abuso” y pidió orar por los involucrados en tan dolorosa situación”, sin aclarar ningún otro punto respecto a los motivos del traslado del sacerdote que ejerciera en la parroquia Virgen del Cármen.
Según trascendió, el padre Aldo Mosqueta, será el encargado de instruir el proceso interno en la Iglesia, como una especie de sumariante.
La denuncia
El sacerdote apuntado fue denunciado por la madre de una chica que señaló haber sido aabusada sexualmente en una ocasión en enero del 2013, y la Justicia recién tomó declaración a la víctima, iniciando la colección de pruebas que respalden la verosimilitud de la denuncia.