Bajará a cero el arancel de importación tanto de PC’s como notebooks y sus componentes, a partir de enero. Así lo aseguraron fuentes calificadas del Ministerio de la Producción, en el marco del Coloquio de IDEA.

La decisión, que aun no fue oficializada y comenzará a regir con el primer día hábil de 2017, representa en los hechos el fin de ensamblaje local de computadoras y notebooks. Afectaría a unos 5.500 puestos de trabajo, según aseguraron fuentes del sector informático.

Las ensambladoras de computadoras en la Argentina son unas 15, repartidas en su mayoría entre Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Otras dos (BGH y New San) lo hacen en Tierra del Fuego.

Hoy la Argentina es notablemente más cara en los precios de sus productos infomáticos en comparación a países vecinos. El último fin de semana largo, unos 25.000 autos cruzaron la Cordillera con destino a Chile, en los denominados “tour de compras”. En el país vecino, las computadoras y teléfonos celulares se consiguen a precios cercanos a la mitad de las casas de electrodomésticos locales.

La decisión será tomada de manera unilateral, en el marco de las excepciones que tanto Argentina como Brasil pueden adoptar dentro del Mercosur, sin necesidad de consultar a sus socios.

Los empresarios tuvieron una reunión hace dos meses con el secretario de Comercio, Miguel Braun, quien les anticipó la intención oficial de eliminar los aranceles. Había representantes de varias de las empresas del sector: Exo, PCArts, Novatech, NEC Argentina, Corporate, Stylus, Siasa, Positivo BGH , Lucaioli, Invid y FAG, entre otras.

Actualmente, de cada 1.000 computadoras que se venden en el país, un 60% es importado y otro 40%, de ensamblaje local de partes importadas.

Según publica diario Clarín, los 5.500 trabajadores del sector podrían ser reubicados dentro de nuevos negocios que se están abriendo a partir de la gestión oficial, como las empresas que comenzarán a operar con las nuevas energías renovables. “Son 4.000 trabajadores”, dijeron las fuentes oficiales, en contraposición a los 5.500 que aseguran los empresarios. “De ese total, los que trabajan estrictamente en la línea de producción son 1.000. El resto trabaja en tareas administrativas o comerciales”.