La causa contra dos hermanos que trabajaban en el pintado de la ciclovía, donde tuvieron un altercado con el juez de instrucción, Daniel Cesari, por una maniobra en el tránsito, volvió este lunes a la fiscalía de flagrancia.

El caso se remite al hecho del 5 de abril pasado en que fueron detenidos los hermanos Alvaro Damián y Marcos Enrique Jiménez Astorga; por la agresión al juez de instrucción Daniel Cesari, quien increpó a uno de ellos por una maniobra imprudente en el tránsito; tuvo una marcha atrás.

El caso de flagrancia había sido elevado a juicio a Juzgado Correccional por parte del fiscal de flagrancia, el Dr. Jorge López Oribe, quien requirió solamente por el delito de “lesiones”. Sin embargo dio vista a la querella que interpuso Cesari, la cual requirió además por “amenazas” y “tentativa de robo” en relación a que a Cesari la sustrajeron el celular con que intentaba filmar a sus “atacantes”.

En ese sentido el titular del Juzgado Correccional, el juez Pablo Bramatti, consideró inapropiada la forma en que se realizó la elevación a juicio, entendiendo que la Ley de Flagrancia no prevé requerimiento de la parte querellante, “creó un plazo arbitrario para que el querellante pueda requerir la remisión a juicio por un hecho más amplio”.

El juez Correccional entendió en esto que se violan “las garantías del debido proceso y la defensa en juicio que posee el imputado”, incluso advierte que si la fiscalía deseaba dar parte de la acusación a la querella podía hacerlo por la vía penal ordinaria, pero que ello no es procedente en la flagrancia.

El juez consideró finalmente que a la parte querellante en la flagrancia “no se le otorga ninguna facultad ni participación ni recurso en la etapa de investigación preparatoria”, sosteniendo que este manejo fue “en perjuicio de los imputados”.

Ante ello la causa volvió a la fiscalía para regularizar esta situación y precisar solo la fiscalía la acusación pertinente, o bien sacar la causa del ámbito de flagrancia.