La situación parece increíble pero es real; a partir del malestar de los responsables de una rotisería de Ushuaia que emitió en redes sociales, dos efectivos policiales se presentaron a fin de solicitar una colaboración con “sandwichs de miga, pan dulce o masas” para una cena de fin de año en una dependencia policial de aquella ciudad.

Ante ello la jefatura policial emitió un comunicado interno que reza; “orden superior: queda prohibido pedir a los comercios elementos para la realización de festejos por el fin de año”.

La increíble situación resulta casi injustificable, a no ser de una mala costumbre generada a partir  de que muchas veces las dependencias policiales se manejan para su funcionamiento operativo con donativos de comercios o “vaquitas” que hacen los mismos efectivos desde su propio bolsillo. Esta vez se les fue la mano.