Los turistas toman la decisión casi sobre la fecha y buscan más descuentos. Al menor poder adquisitivo se sumó la demora en la llegada de la nieve a los centros de esquí. En Ushuaia estiman que los hoteles estarán un 10% por debajo de 2015.
Estas vacaciones de invierno llegan más frías de lo habitual, y no tanto por el clima. La pérdida de poder adquisitivo por la fuerte inflación llevó a una caída del consumo que también se hace sentir en los destinos turísticos del país.
En general, los hoteles esperan un 10% menos de gente que el invierno pasado. La demora en la llegada de la nieve tampoco ayuda demasiado a los destinos de esquí, que podrían abrir esta semana.
Además de la caída de turistas nacionales, tampoco ayuda la compleja situación de Brasil, país desde el cual suelen llegar turistas en busca de nieve.
En Ushuaia estiman que los hoteles estarán un 10% por debajo de 2015. «Al no haberse podido abrir el Cerro, por falta de nieve, perdimos en este tiempo el turismo provincial, que viene de Río Grande, con tarifas especiales, y es muy importantes para los hoteles los fines de semana. Y los nacionales reservan más sobre la fecha. Para julio, las reservas están entre un 50% y 60%», comentó José Luis Recchia, presidente de la filial de Fehgra de Tierra del Fuego.
«En agosto y sobre todo septiembre las expectativas son mejores porque vienen a entrenar los equipos olímpicos de Europa, que se quedan por más tiempo en los hoteles», agregó Recchia.
Por ese factor, esperan un 65% en agosto y de 75% a 80% en septiembre. Sin embargo, la rentabilidad, aclaró, dista de ser buena. «La rentabilidad es menor aunque el dólar esté por encima de $ 14. La inflación es tan grande que se llevó esa rentabilidad futura esperada por la devaluación», aclaró Recchia.