El director del organismo internacional, Rob Cley, destacó incluso que “conocimos el Centro de Interpretación de la Reserva Costa Atlántica, ubicada en la playa, y realmente nos llamó la atención como un recurso sumamente interesante”.
La Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras, (RHRAP) o Western Hemisphere Shorebird Reserve Network (WHSRN) en inglés, es el primer sistema hemisférico de reservas naturales en red cuyo objetivo es proteger a las especies de aves playeras y sus hábitats en América. La oficina ejecutiva tiene su sede en Manomet, Massachusetts, Estados Unidos.
El objetivo principal es proteger los sitios críticos para las aves playeras: áreas de reproducción, de invernación, de tránsito y de escala durante la migración.
Al respecto, Rob Cley, Director de la Oficina Ejecutiva de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras, indicó que “luego del taller que realizamos en Río Gallegos sobre manejo de hábitats para las aves playeras, donde tomamos contacto con la Directora de Turismo de Río Grande y el señor Tabaré Barreto, decidimos venir a Río Grande, conocer cómo trabajan y aprender de las experiencias que realizan aquí con las aves playeras”.
En este sentido, Clay agregó que “vimos el gran trabajo que el equipo de la municipalidad viene realizando en tema ambientales y de conservación”.
El director de la organización subrayó que estuvieron recorriendo las reservas que hay en la ciudad, y dijo “conocimos el Centro de Interpretación de la Reserva Costa Atlántica, ubicada en la playa, y realmente nos llamó la atención como un recurso sumamente interesante. De hecho, con un colega de Estado Unidos estuvimos hablando de este lugar y nos gustaría tener algo parecido allá. Estuvimos viendo los elementos con los que cuentan y el trabajo que realizan con los programas con los chicos, como la ‘valija viajera’, entre otros, y nos pareció muy bueno, vamos a implementarlo en otros lugares”, resaltó.
Finalmente, señaló que “estuvimos hablando de otros temas como los desafíos que se enfrentan aquí, tanto en cuestiones de conservación del ambiente, como salud y el bienestar de los habitantes. Se puede decir que un ambiente saludable para las aves playeras es un ambiente saludable para los seres humanos”, concluyó.