Así lo aseguró el Obispo de Santa Cruz y Tierra del Fuego, monseñor Miguel D’Annibale, frente al conflicto sindical que se encuentra viviendo la provincia desde hace más de dos meses. Consideró como muy positivo las mesas de diálogo que se han conformado porque “es el inicio a un camino de salida”.
“Como Obispo de ambas provincias veo situaciones similares en las dos provincias donde me toca pastorear, situaciones que se están complicando, conflictos que permanecen, pero en Tierra del Fuego se están haciendo mesas de diálogo, las cuales las apoyo totalmente”, recalcó.
Entendió que “este diálogo generado es muy bienvenido, teniendo en cuenta que ningún espacio es totalmente perfecto, son los posibles que tenemos, y si hay un espacio de diálogo, que se use, se utilice, en Santa Cruz está sucediendo algo similar, pero todavía hay sectores de la sociedad que siguen con sus reclamos, con sus pedidos, creo que este es un tema que va a seguir estando entre nosotros”.
Además mantuvo que “desde la Iglesia vamos a sostener siempre que además de la gente que hace su legitimo reclamo, creo que tenemos que buscar los espacios de diálogo y sostenerlos, que no es fácil este tema, sostener significa escucharnos, tratar de encontrar algunos acuerdos, esos acuerdos cumplirlos porque eso nos da fidelidad y certeza de que podemos hacer otros acuerdos más, pero además en el medio de las dificultades caminar en estos acuerdos”.
“Cuando me piden a mi que ayude, digo yo ayudo si las partes se quieren sentar a dialogar, pero sino se quieren sentar a dialogar, encontrar otro camino, mucho más no se puede hacer”, dijo, pero indicó que hay que “demostrarle a la sociedad que es posible dialogar, respetarnos, caminar y construir un camino juntos, así que ese es el camino que propongo porque sino no hay salidas”.
Por otro lado se refirió al nuevo surgimiento de los comedores sociales en diferentes sectores de la comunidad, para lo cual mantuvo que “si bien es una salida muy buena, también es un dolor, en realidad los chicos deberían comer en sus casas con sus padres, como aprendimos a comer nosotros en la mesa familiar del mediodía cuando salíamos del Colegio, o a la noche cuando papá o mamá venían del trabajo, es el lugar en el cual se comparten las cosas, la casa es el lugar donde deben estar, pero cuando aparecen estas situaciones que son complicadas y vemos esto, que aparezcan los comedores comunitarios es algo necesario y hay que sustentar este momento”.
Recordó que en el “año 2001 el gran Buenos Aires se llenó de comedores comunitarios y que después poco a poco se fueron reordenando para ayudar a que la gente vuelva a sus casas a tener estas experiencias, esto aparece en situaciones de crisis, de dificultad, hay que salir a paliar esta situación, pero ojala podamos encontrar los caminos para que la gente vuelva a estar en sus casas”.