El director de obras sanitarias, Cristian Pereyra aseguró que “el agua es totalmente potable” y que la turbiedad, “se da por cuestiones climáticas propias de la ciudad de Río Grande”. En este sentido dijo que “este año en particular hemos tenido mucha precipitaciones y en el escurrimiento del agua va a arrastrado y llega hasta el río y es el agua que ingresa en el agua potabilizadora”. El agua es tratada, “físicamente, químicamente y bacteriológicamente”, explicó y dijo que la mayor preocupación es que el agua sea inocua, “que no exista ningún riesgo y que a partir del agua algún pueda enfermarse”. El funcionario dijo que “se realizan controles de la parte de producción y del laboratorio, se toman muestras y se analiza el agua que está ingresando a la Planta y se toman muestras de la que sale del Planta, de las cisternas que se encuentran en la ciudad y se realizan muestreos en Instituciones de la ciudad”. Por ultimo adelantó que “las nuevas plantas potabilizadoras, tienen un nuevo proceso para que además se pueda eliminar ese color aparente (la turbiedad)”.]]>