Así se refirió el director del Hospital Regional Río Grande, el Dr. Cristian Tejedor, tras la intervención de ablación que se realizó hoy en el nosocomio que permitirá asistir varios transplantes para los cuales viajó un equipo médico de la Fundación Favaloro. Tejedor ya fue en su momento coordinador del Incucai en provincia de Buenos Aires.
El procedimiento fue encabezado por el Dr. Eduardo Serra llegado desde la ciudad de Ushuaia como responsable regional del Incucai, destacando el director del nosocomio local, “la ablación consistió en los órganos transportables, no se pudo hacer completa por las distancias y el tiempo de supervivencia de los órganos no pueden ser llevados desde la Patagonia a Buenos Aires por los tiempos, y en este caso se procede con los riñones, hígado y tejidos”.
Los profesionales llegados desde Buenos Aires de la fundación Favaloro no pudieron realizar la ablación de corazón, limitándose a las necesidades de atender a un transplante hepático, “la ablación de corazón puede hacerse pero en relación a los tiempos de vuelo no es factible llegar a poder hacer el implante luego”.
En cuanto a la solidaria decisión de la familia del joven de 23 años fallecido en este caso, el Dr. Tejedor destacó, “según la ley de transplante, la ley 24.194, una modificación que se hizo en 2009 la decisión está tomada por la persona, donante es aquel que ha decidido serlo y aquel que no manifestó voluntad es presunto donante. Lo que uno le pide a la familia es el testimonio de que si él era donante o no, en este caso dieron testimonio y se pudo proceder, pero la decisión recae en la persona siempre que es mayor de edad”.
Finalmente planteó, “ante todo queremos llamar a la conciencia de la sociedad ante una situación de mucho dolor, en una familia se puede encontrar reparo y consuelo en que se puede dar ayuda a muchas personas, que no sea en vano la muerte de una persona es lo que puede ayudar más en el duelo a los seres queridos”.
“Esto es una de las cosas más grandes que una persona puede hacer”, concluyó.