Lo sostuvo el presidente de la DPOSS, Guillermo Worman, al hacer referencia a las obras en la capital para llevar la capacidad para tratar el 100% de los residuos cloacales.

Worman dijo que además se encuentran prácticamente finalizadas una serie de obras complementarias como el colector cloacal Perito Moreno Oeste y Este (parte I y II) “que permitirá conducir los efluentes cloacales de un amplio sector de la ciudad a la nueva planta de Arroyo Grande”; el refuerzo colector cloacal Karukinka “que posibilitará el transporte y la conducción de los líquidos cloacales de los barrios existentes en la ladera de la montaña”; y la obra denominada “Estación de Bombeo Nº 15, Impulsión y Colectora a EB Nº 12” destinada “a vincular las redes domiciliarias de los barrios ubicados en la zona sur de la ciudad, entre el río Pipo y el Monte Susana, al sistema integrado de desagües cloacales a fin de transportar los residuos cloacales a la nueva planta de Bahía Golondrina”.

En el caso de la planta de Arroyo Grande, este nuevo establecimiento “resolverá la falta de tratamiento de los efluentes cloacales domiciliarios del sector Este de la ciudad, que a la fecha son volcados en crudo al arroyo Grande y al Canal Beagle”. La planta de Bahía Golondrina “hará lo propio con los efluentes cloacales domiciliarios del sector Centro y Oeste”.

“Estas obras en conjunto van a permitir que haya tratamiento de los residuos cloacales de un extremo a otro de la ciudad”, resumió Worman.

El funcionario recordó que hay más obras vinculadas al saneamiento de la ciudad que se están iniciando, como la infraestructura de la red sanitaria de los barrios Itatí y Quinta 52, en el Valle de Andorra, o el colector cloacal de la zona hotelera de la ciudad, que será capaz de recibir y transportar los líquidos cloacales que se generen en los establecimiento asentados a lo largo de la calle Luis Martial y conducirlos hasta la red colectora de la ciudad.