Ocurrió en Río Grande en mayo del año pasado cuando fue detenido Leonardo Martín Rojo Menéndez de 28 años, quien hoy comenzó a rendir cuentas en los tribunales del Campamento YPF en un juicio oral y público por “robo agravado por el uso de arma”.

El fiscal Pablo Candela acusó a Rojo de asaltar a un interno de la ATURG esa madrugada, a punta de cuchillo, hiriendo al chofer en su forcejeo, y tras huir de la escena tomó varias cuadras después un remis en la agencia Remicoop, asaltando al chofer de esta segunda unidad.

Luego fue detenido con el botín del dinero en efectivo y un cuchillo que presentaba manchas de sangre que al análisis de ADN demostraron correspondía al chofer Alberto Maita, quien había sido cortado en un dedo en el primer hecho.

Rojo se negó a prestar declaración indagatoria ante el tribunal, tras lo cual precisamente declaró como testigo el taxista Maita quien relató que esa madrugada fue abordado por el imputado, quien habría empuñado un cuchillo para exigirle que le entregara la totalidad del dinero en efectivo que poseyera.

El damnificado, exhibió a los magistrados las cicatrices que tiene en una de sus manos, las cuales fueron producidas debido al forcejeo que existió entre ambos, cuando el imputado intentaba concretar el episodio delictivo, siendo cortado con el arma blanca que portaba el asaltante.

En la sala no hubo reconocimiento, dado que en rueda de reconocimiento tanto Maita como el remisero Nieva, quien al ausentarse de la provincia no pudo declarar; confundieron al asaltante con uno de los clones utilizados, sin poder sindicar al imputado.

Finalmente declararon también en calidad de testigos dos efectivos policiales que participaron en la detención de Rojo, quienes relataron que en el lugar del hecho el damnificado lo reconoció por la campera que llevaba, además del dinero que tenía en su poder el imputado, y el arma blanca presuntamente utilizada.

El tribunal pasó a un cuarto intermedio para este jueves, a fin de continuar con más testimoniales.