Tras el veredicto, la víctima y querellante , Alika Kinán, dijo que lo que ocurrió “es muy importante para la ley, para las mujeres que hoy están dentro del sistema prostibulario y para continuar luchando contra el delito de trata de personas”.

Kinán consideró que “tendrían que haber sido más duros, la condena es de 7 años a cambios de vidas de muchísimas mujeres de nuestro país” pero “hay que seguir adelante, esto no me repara a mí y no repara mi familia,”.

En ese sentido reconoció que “esperaba un fallo más severo, no estoy conforme, creo que tendrían que haber sido más años y la demanda civil debió haber sido superior. Esperaba que fuera prisión inmediata y efectiva, sabía que no iba a suceder pero fue uno de mis pedidos”.

“Hay mucha hipocresía, no solo llevamos a juicio a los proxenetas sino también a la Municipalidad, que creó un terreno fértil como también lo creó la Provincia, no es la actual ni la anterior gestión, sino muchísimas otras gestiones por las cuales pasaron muchísimas mujeres” manifestó la querellante.

Para finalizar aclaró que “no llevo a juicio a la sociedad, le pido ayuda para que todos participen activamente en la reparación de muchísimas vidas”.

En tanto su abogada defensora, Marcela Rodríguez, coordinadora del “Programa de Asesoramiento y Patrocinio para Víctimas del Delito de Trata de Personas’, consideró que “es una forma justa de encarar la violación de derechos humanos que han sufrido las mujeres en el Sheik y en el sistema prostibulario, contemplando otras sentencias a lo largo de la Argentina las penas son menores”.

Pese a esto Rodríguez indicó que  “ha sido un avance el reconocimiento de la responsabilidad de la Municipalidad y de la reparación de la acción civil más allá del monto el Estado ha sido quien ha facilitado y permitido por lo tanto debe reparar los daños que ha contribuido ocasionar”

La abogada manifestó que “esto es el inicio para que otras víctimas también puedan llegar a lograr una reparación y  lo más importante de este juicio ha sido la valentía de Alika y de la otra testigo, quienes nos contaron experiencia desgarradoras”.

“El propio abogado de la defensa dijo que las pasaban de un prostíbulo a otro con un Estado proxeneta.  Se trataba de una organización de tres personas, cada uno tenía su rol, distribuyeron funciones, definitivamente Montoya tenía un rol protagónico”, finalizó.