Así lo aseguró Jorge Magallanes de la asociación de taxis de Río Grande. Los trabajadores del volante implementaron códigos internos para estar comunicados y protegerse frente la creciente ola de inseguridad. Trabajan con la policía para generar canales de diálogo más fluido.

En comunicación con Radio Provincia de Ushuaia, el presidente de la asociación de taxis de Río Grande, dijo que “la preocupación es creciente”, en materia de seguridad. “Estamos bastante preocupados porque nos vienen sucediendo distinto tipo de hechos “, detalló.

Por este motivo, la semana pasado mantuvieron una reunión con integrantes de la Policía con quienes, “hemos quedado en buscar alguna solución más directa para poder acudir a ciertos lugares, con mucha más rapidez que los de hoy”.

“Estamos buscando alternativas para tener un contacto directo con ellos por intermedio de nuestras radios “, indicó Magallanes, quien aclaró que el uso de esa herramienta de comunicación le permite tener señal en toda la ciudad.

Actualmente el contacto con la policía, “se hace lento, porque primero tenemos que hacer una comunicación con la operadora, la operadora con defensa civil y defensa civil con la policía. Se Demora muchísimo cuando estas en una emergencia”.

Ante esta situación, desde la asociación se taxis, “vamos a empezar a trabajar con nuestros operadores, para que tengan un contacto directo con la policía”, que puedan “entregarle más detalles de lo que está pasando, para que la policía se pueda mover más rápido”.

Aseguró que existen zonas más complicadas, que no implica a toda el barrio, como son “Margen Sur en las horas nocturnas, chacra XIII y IV”.

Para ingresar a los sectores complicados, “tenemos internamente ciertos códigos donde cada móvil va diciendo a donde se dirige y el operador puede tener un seguimiento continuo del móvil”.

Conocedor de lo que sucede en la calle, Magallanes afirmó que, “de octubre en adelante la situación (de inseguridad) se vino agravando y ahora estamos en el pico más alto”
Por ultimo destacó la actitud de “los jefes de la policía” que mostraron “preocupación y ganas de tratar de mejorar”.