Se trata del pequeño Máximo Gómez de 6 años quien a fin de mes viajaría a Buenos Aires para un tratamiento de rehabilitación ya que desde pequeño sufrió “encefalopatía epiléptica” que le provocaba constantes espasmos. Los padres habían generado una campaña de 700 donantes a cien pesos para poder pagar el estudio, y habían logrado el apoyo de la comunidad, pero el pequeño no resistió y murió en la clínica Cemep.

El pequeño tenía esta extraña enfermedad detectada a poco de nacer, la que le causaba constantes espamos, periódicas convulsiones, y retraso psicomotor.

Sus padres Cesar y Marilin, ambos docentes de Río Grande llevaban adelante un prolongado tratamiento a lo largo de los últimos años, y en esta última etapa por un problema administrativo de la obra social, debían poder costearlo para luego tener un reembolso.

Para poder garantizar el tratamiento en una clínica de rehabilitación especializada en Buenos Aires, habían iniciado una campaña de 700 donantes a cien pesos cada, para poder costearlo, lo que habían logrado con la solidaridad general de la población que se conmovió con el caso viralizado a través de un video.

Precisamente la semana pasada los padres habían visitado el Concejo Deliberante, para dar a conocer su caso, y allí César comentó a los ediles sobre el caso de su hijo, señalándoles “vivimos todos los días sabiendo que puede morir”.

Y finalmente el desenlace mas triste se dio ayer en la clínica Cemep donde el pequeño aguardaba internado para a fines de enero poder concretar ese viaje para mejorar su calidad de vida.