El hecho conmocionaba a la opinión pública en la mañana del 2 de julio pasado cuando comenzaba a trascender que la noche anterior efectivos policiales allanaron la vivienda de la localidad de Tolhuin, donde encontraron debajo de una cámara una pierna humana. La medida respondía a un pedido de paradero respecto de Nilda Núñez de 25 años, una joven madre de dos niños de 5 y 1 año, los cuales estaban en esa misma vivienda donde fue hallado el miembro inferior de la víctima. Junto a ellos se encontraba Aldo Javier Núñez de 33 años, quien es el padre del menor de 1 año y, luego se confirmaría con las pericias, era el padre del embarazo que se vio frustrado con la vida de Nilda. La investigación rápidamente apuntó a Núñez en razón de que las allegadas a Nilda ya se habían alertado de su prolongada ausencia, por lo que radicaron el pedido de paradero, a lo cual el imputado parecía ser totalmente indiferente. En primer término la investigación llevó a que el 2 de julio por la mañana se procediera a hallar el resto del cuerpo de la víctima, seccionado en una valija que fue abandonada en un turbal de las inmediaciones. A partir de allí todos los indicios apuntaron en un solo sentido; su ex pareja. Las pericias de ADN dieron positivo en relación a elementos cortantes incautados, como un cuter y un hacha, además de guantes y la propia valija, los cuales poseían rastros genéticos del imputado por todos lados. A esto se sumaron los antecedentes de violencia doméstica que motivaban por ese entonces la vigencia de una medida judicial de prohibición de acercamiento para el hombre, a pesar de lo cual se encontraba viviendo en la casa de la mujer “desaparecida”. Las pericias forenses finalmente determinaron que días antes del hallazgo Nilda fue asesinada por compresión manual en la zona del cuello y luego seccionada, lo que fue confirmado en los meses subsiguientes del proceso con un testimonio inesperado. Testigo clave El hijo de 5 años de la víctima no había mencionado palabra alguna en la cámara Gesel a los pocos días de homicidio en un comprensible estado de shock, por lo que las abundantes pruebas prefirieron centrar la labor de la Justicia en buscarles un hogar adoptivo. De esa manera fue contacatada la familia de Nilda en Formosa, destino al que fueron a parar los niños. Ya en la tranquilidad del seno familiar, y unos meses después del terrible episodio, el pequeño contó a su abuela todo lo ocurrido en un brutal homicidio que no pudo pasar desapercibido para los niños que convivían en la misma vivienda de precarias condiciones y dimensiones. En ese estado de hacinamiento la criatura pudo presenciar todas las instancias del crimen y la macabra faena que siguió a continuación, lo que motivó un nuevo viaje a la provincia donde se recreó ello en una testimonial en cámara Gesell. La misma fue filmada y será reproducida en este juicio como uno de los elementos de cargo claves para el imputado, así como también 19 declaraciones testimoniales ya pautadas en este proceso. Posible perpetua El fiscal del caso el Dr. Eduardo Tepedino llevará adelante la acusación en la primera jornada del juicio al que se llega con la carátula de “homicidio doblemente agravado”, por haber sido cometido contra una persona con quien mantenía una relación de pareja (homicidio agravado por el vínculo), y por tratarse, la víctima, de una mujer y el hecho fue perpetrado por un hombre mediando un contexto de violencia de género (femicidio). Con esta tipificación Aldo Javier Núñez enfrenta la posibilidad de recibir una condena de reclusión perpetua, para lo cual contará con la asistencia legal del defensor oficial, el Dr. Mariano Sardi, en lo que sin dudas será una tarea por demás dificultosa. La familia de la víctima si bien no estaría presente al inicio del juicio, si será representada a lo largo del mismo por abogados interpuestos como parte querellante, siendo representada por los Dres. Matías Pérez y Carlos Founrouge. ]]>